Del Estanque de Betesda al mate

por José Luis Lozano
Juan 5:1-13

Hoy, al igual que en los tiempos de Jesús, vivimos en una sociedad muy competitiva. El relato de Juan, nos deja ver que hasta los enfermos creían que podían sanarse si ingresaban primeros al estanque cuando el agua se movía.

Mas allá de los resultados finales, lo cierto es que alrededor del estanque de Betesda se vivía un clima de alto rendimiento deportivo. Ser el primero cuando el agua se movía, era la única posibilidad para sanarse. Allí no había solidaridad, compañerismo ni trabajo en equipo. El hombre que llevaba 38 años esperando su oportunidad, es una muestra del grado de egoísmo social que se vivía. Cinco pórticos llenos de enfermos, ciegos, cojos y tullidos echados en el suelo; espectantes y concentrados, esperando su oportunidad para ser los primeros. Cada uno pensaba en si mismo, enajenados de las realidades del otro, indiferentes ante las necesidades ajenas.

Otro modelo de relaciones sociales

Jesús observa el panorama competitivo y prefiere compartir unos mates con uno de los postergados sociales; un hombre paralítico que llevaba allí 38 años de espera. Jesús dialoga, se sensibiliza y sana. Elije otro modelo de relaciones humanas; el diálogo y la compasión. Su poder es un poder de sensibilidad y amor. No es un poder mágico. Solo de amor. Se trata de compartir unos mates y acompañar a los postergados.

Mandatos sociales

Reconozco haber vivido muchos años de mi vida compitiendo para ser el primero.
Cuando murió mi papa, mi hermana Marité tenía 2 años, mi mama María tenía 33 y yo 10 años. Muchos familiares queridos me decían: “ ahora vos tenés que ser fuerte y como único hombre de tu casa, debes cuidarlas…”. Creo que inconcientemente asumí esa responsabilidad y traté de ser el primero de mi familia para amarlas y cuidarlas.
Mi carrera deportiva de alto rendimiento en un deporte muy individualista, también me llevaron a competir por ser el primero. Mientras yo competía, muchos compañeros y oportunidades de solidaridad quedaron en el camino, porque no tuve el tiempo para ellas.

Del estanque al mate

Hace unos meses, decidí darme un tiempo para tomar unos mates. No deseo competir mas por el resto de mi vida. Creo haberme perdido muchas vivencias solidarias y de amor. Mientras yo competía y buscaba ser el primero, no pude observar a mi alrededor. La velocidad de mi vida, me impidió ver a personas que tal vez necesitaban de mi ayuda y compañía.
¡Ahora deseo tomar mate!


Enséñanos a amar como tu lo haces. Ayúdanos a modificar la forma de nuestras relaciones humanas, sin competencias, sin intereses.