por José Luis Lozano
¿Con qué puedo comparar a esta generación?; dijo Jesús. Se parece a los niños que juegan en la plaza, y que gritan a sus amigos:
“Tocamos canciones de bodas, y no bailaron; entonces tocamos cantos fúnebres, y no se lamentaron”.
Porque vino Juan el bautista, que vivía en el desierto, como un ermitaño y era poco sociable, no comía ni bebía, y ustedes dijeron: “Tiene un demonio, está loco”. Vine yo; el Hijo del hombre, que me integré con todo tipo de gente, compartiendo penas y alegrías, disfrutando de los momentos gratos, comiendo y bebiendo y dicen: “Éste es un glotón y un borracho, amigo de recaudadores y pecadores”. (Mateo 11:16-19)