El hombre alto del salón

 por José Luis Lozano

Una cálida reunión

Fue un sábado a las 20.15 hs aproximadamente del año 1983, cuando ingresé por primera vez a una cálida reunión de jóvenes; quienes cantaban y aplaudían con mucha alegría y entusiasmo.

En la puerta de aquel salón, había un hombre alto. Me saludó muy amablemente y me dio la bienvenida al encuentro juvenil. Al verme un poco sorprendido, me preguntó a quien buscaba y en que me podía ayudar. Le respondí que buscaba a mi amigo Rubén, quien me había invitado a la reunión. El hombre alto, no conocía a mi amigo Rubén, pues también era uno de los jóvenes nuevos del grupo.

La reunión ya había comenzado y la atractiva música llenaba el ambiente. Todos los jóvenes presentes estaban de pie y con sus palmas seguían el ritmo de cada uno de los coros.