Una hazaña olímpica - Gabrielle Andersen

El Maratón de Los Angeles 1984 quedará grabado en la historia fundamentalmente por dos motivos: Fue el primer maratón olímpico femenino de la historia y se vivió una de las ovaciones más grandes del olimpismo, y no justamente esa ovación fué para la que llegó en primer lugar.

Con 27º de temperatura y una humedad muy alta, se largó el maratón olímpico con 50 mujeres para afrontar los 42,195metros. Solo 44 llegaron, pero la que llego en la posición 37 pasaría a la historia y esta fue Gabriele Andersen – Scheiss, una norteamericana nacionalizada Suiza; pais que representó en aquellas olimpiadas. 

Nunca se olvidarán las imágenes de su última vuelta al estadio, con medio cuerpo paralizado por los calambres, el público en pie, los médicos siguiendola sin tocarla porque si lo hacían sería sancionada.

Su hazaña no solo sirvió para protagonizar uno de los episodios más famosos de la historia del olimpísmo, sino que a partir de ese suceso se redactó la ley Scheiss, por la cual ya no se sanciona a ningún participante en la maratón por ser atendido por los servicios médicos durante la carrera.

Cuando llegó a la meta, fué atendida por los servicios médicos, se recuperó rapidamente y horas después en una conversación con periodistas explicó el porque de su sufrimiento: " ¡¡era mi última oportunidad !!". (VER VIDEO HISTÓRICO)