Soñar el futuro Neuquén


por José Luis Lozano

Como parte de los festejos del 107 aniversario de la ciudad de Neuquén, decidimos con mi hijo Juan Antonio, invitar a unos amigos a casa, con la intención de compartir algunos sueños para nuestra ciudad.
La idea era animarnos a imaginar los próximos 20 años. ¿Cómo nos gustaría que fuera nuestra amada ciudad? ¿Qué formas políticas, económicas, educativas, religiosas, artísticas y de relaciones humanas deseamos para Neuquén? ¿Qué de su vida recreativa, deportiva y social soñamos?
Mientras preparábamos unas pizzas, nos confirmaron su presencia Tomás Moro 1 , Sócrates 2 y Deleuze 3 .
Le pedí a Guillermo; secretario del colegio y compañero de trabajo, que por favor coordinara el encuentro, ya que mi deseo era disfrutar escuchándolos, pues no sería tan sencillo volver a juntarlos en otra oportunidad.

Ya distendidos en el living de casa, iniciamos el encuentro con la proyección de fotografías y unos videos sobre la historia y memoria de la ciudad de Neuquén.
Vimos fotos de aquellas ocho manzanas que le dieron origen al primer caserío en cercanías de lo que luego fue la estación ferroviaria, recordamos a los primeros migrantes que poblaron sus barrios; entre ellos nuestros abuelos y padres. Las fotografías y videos, nos trajeron a la memoria, no solo el sonido de la locomotora de aquella pequeña aldea, sino también los tristes recuerdos de la matanza de Zainuco vinculados al crimen del periodista y político Abel Chaneton; quién fuera asesinado un 18 de enero de 1917 en la esquina de las calles Sarmiento y Olascoaga.
Coincidimos entre los presentes, que nuestra identidad como neuquinos solo será posible sostenerla por medio de la memoria y defensa de la justicia, de la libertad de expresión y del derecho de los vecinos a la información.

El Neuquén capital del 2011 no es mas que parte de aquella aventura comenzada hace 107 años y que aún sigue inconclusa, animándonos a involucrarnos en aquellos pequeñas acciones de amor y entrega solidaria.
Al finalizar la proyección de los videos, decidimos pensar juntos a la ciudad de Neuquén para los próximos 20 años, partiendo desde esa peculiar marca y carácter que la identifican y que le brinda el ser capital de una provincia cuyos recursos energéticos han sido el brazo derecho de su propio crecimiento y desarrollo. Pensar juntos a una ciudad, que ha sido y es escenario de luchas populares como las del choconazo, el aumento de la protesta social, marchas en defensa de los derechos humanos y la aparición en los 90 de los nuevos protagonistas; los desocupados y pobres.

¿Es posible crear e imaginar una ciudad de Neuquén ideal para los próximos 20 años, partiendo desde el concepto del caos? pregunta Sócrates. Deleuze responde; “uno no crea porque es lindo o porque quiere ser famoso, sino porque está forzado, porque no tiene otra solución que hacerlo. Se trata de crear sentido para lo que ya está ”

Agrega Deleuze: “no hay que temerle al caos”. El caos no es “una nada”, sino un virtual, que contiene todas las partículas posibles y que extrae todas las formas posibles para desvanecerse en el acto, sin consistencia ni referencia, sin consecuencia; “..es una velocidad infinita del nacimiento…”
Entonces ¿el caos nos permite “construir”? pregunta Sócrates. ¡Correcto¡ A partir del caos y por medio de “la originalidad”, es posible combinar elementos diferentes y construir.

Tomas Moro, sugiere imaginar a Neuquén como ciudad ideal, y para ello propone una sola actividad común para todos sus habitantes; la agricultura. “...Sostiene que debería formar parte de la educación del niño desde su infancia. Todos deberían aprenden sus primeras nociones en la escuela. Y también en la salidas que realicen a los campos cercanos a la ciudad...” . Además de la agricultura, como actividad común a todos, cada uno debería ser iniciado en un oficio o profesión como algo personal. Los oficios más comunes deberían ser los vinculados a la producción frutihortícola, el tratamiento de la lana, la albañilería, los trabajos de herrería y carpintería.
Sócrates, con sus palabras amables, tranquilas y sencillas; conversando como un hombre que no oculta su humildad, con frases seductoras, buscando en comunidad un mejor futuro para Neuquén, expresa que le apasiona la idea y fiel a su estilo pregunta: ¿Podríamos sumar hoy otros oficios a la propuesta de Tomas Moro? ¿Tal vez, podemos imaginar, electricidad, plomería, panadería, tornería, entre otros?. ¡Claro que si!. La idea general es no descuidar los oficios vinculados a la tierra e incorporar aquellos propios de la cultura local.

Sobre la organización del trabajo, Tomas Moro propone una jornada laboral ideal de seis horas, suficientes para proveer a la comunidad de las cosas necesarias para la vida y para la comodidad. Todos los ciudadanos aptos, hombres y mujeres, deberán trabajar y sobre las horas restantes del día, dedicar ocho al sueño y las horas libres deberían ser estimuladas para realizar actividades que desarrollan la creatividad, la recreación y la inteligencia, como deportes, lectura, música, conversación, juegos matemáticos, entre otras.

En cuanto a la organización social y la pobreza, Tomás Moro expresa: “ La ciudad ideal que imagino, no tiene pobres. Está dividida en cuatro distritos iguales. En el centro de cada distrito hay un mercado público donde se encuentra de todo. A él afluyen los diferentes productos del trabajo que cada familia comparte. Estos productos se dejan primero en depósitos, y son clasificados después en almacenes especiales según los géneros. Cada padre de familia va a buscar al mercado cuanto necesita para él y los suyos. Lleva lo que necesita sin que se le pida a cambio dinero o prenda alguna”. ¡No existen los pobres en el Neuquén del futuro! ¡La abundancia de todo, la organización y la solidaridad hicieron desaparecer a los pobres!.

La principal, misión de los dirigentes políticos y padres de familia en la ciudad del futuro, será velar para que nadie se entregue a la ociosidad y a la pereza. Procurarán que todos se apliquen de una forma responsable a su trabajo.

En la ciudad de Neuquén del futuro habrá una gran igualdad, señala Tomas Moro, pues entre sus ciudadanos, si bien existirá una cierta jerarquía; necesaria para toda sana convivencia, los dirigentes políticos y magistrados de la justicia no tendrán privilegios, ni sostendrán relaciones de explotación o dominación contra el pueblo.

¿Cómo es la religiosidad en el futuro de la ciudad? pregunta Sócrates. Tomás Moro señala que habrá una legislación de avanzada, fundada en la Libertad religiosa. Tolerancia y respeto por las diversas religiones de la ciudad, que se desarrollarán en forma separadas del Estado. Dios creó al hombre a “su imagen” y lo dotó del derecho inalienable de ser libre. La ley moral de Dios, por lo tanto, demanda una responsabilidad que emana de la libertad y el respeto.

¡Se hizo tarde y hay mucho por hacer!. ¡Quedaron pendientes varios temas, entre ellos algunos aportes sobre la educación! Será para otro momento…
¡Gracias por estar y compartir sus sueños sobre el futuro de nuestra querida ciudad de Neuquén!
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1.Utopía, Obra de Tomás Moro publicada en 1516. En ella encontramos un estilo de imaginación un tanto diferente, pues nos habla de una isla perdida en medio del océano llamada Utopía, en la que sus habitantes lograron el Estado ideal, la sociedad ideal donde se plasma una ideología religiosa, política y económica totalmente diferente a la sociedad de su época e incluso, a gran parte de la nuestra.
2.Sócrates. (470 – 399 a. C.) fue un filósofo griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue el maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo; estos tres son los referentes mas importantes de la filosofía griega.
3.Deleuze y Guattari. Qué es la filosofía. Dos figuras capitales del pensamiento contemporáneo, el filósofo Gilles Deleuze y el psicoanalista Félix Guattari, han escrito entre otros este libro; ¿Qué es la filosofía?. “La filosofía no es contemplación, ni reflexión, ni comunicación. Es la actividad que crea los conceptos, afirman Deleuze y Guattari”.