Dios te hace señas a través de lo cotidiano

 
Los “signos de los tiempos” que tienes que descifrar son los signos de tu vida de cada día.

Dios te hace señas a través de lo cotidiano
Las cosas de las que se sirve para hacerte señas son aquellas que tienes ante los ojos.
Los acontecimientos de que se sirve para manifestarse son los pequeños hechos de tu vida ordinaria. Las cosas acostumbradas, las ocupaciones acostumbradas, el horario acostumbrado te traen al Dios que quiere encontrarte allí donde estás, en lo que haces, en el contexto de tu existencia cotidiana.
No vayas a buscar a Dios en otra parte.
Él está presente en la cita de lo cotidiano.
No programes el encuentro para las grandes ocasiones, en un contexto de solemnidad.
Él se deja encontrar en las ocasiones más comunes, en un estilo sencillo, según el ceremonial de tus gestos ordinarios.
Celebra a Dios según la liturgia de tus días de semana.
Hazle un lugar allí donde pasas la mayor parte del día.
A él no le gusta verse encerrado en un salón separado.
Está a gusto en la cocina, en el galponcito de las herramientas, en un pasillo, en un aula, en un patio, en un dormitorio de hospital.
Allí te espera, te sigue, está contigo. Una presencia poco solemne, pero real. Se contenta con una rápida mirada de inteligencia, con una sonrisa.
Y cuando pasas delante de él, una pregunta: "¿cómo estás?".

Alessandro Pronzato