La vida es dura para todo el mundo, pero es mucho más dura para algunos que para otros. Poner nuestra confianza en Cristo cambia eso muy poco. No hay nada en la Biblia que prometa un paso por la vida libre de dificultades sencillamente porque somos seguidores de Cristo. En realidad, algunas de nuestras deficiencias podrían no corregirse en esta vida, sino que podrían incluso empeorar...
No obstante, todas nuestras deformidades y debilidades son temporales.
La espera de lo que Dios tiene reservado para nosotros puede dar gozo a nuestro corazón. La esperanza nos da serenidad y nos permite vivir con una fortaleza interior porque sabemos que un día seremos dramáticamente distintos de lo que somos ahora.
Si algún abuso del pasado te ha hecho daño o te sientes derrotado por el pecado, o si te sientes tan inferior a los demás que caminas con la mirada fija en el suelo, anímate con lo que Dios tiene reservado para ti. Vive hoy con el valor que Dios te da. Maneja tus aflicciones lo mejor que puedas. Pero regocíjate, porque todo lo que te degrada y limita es sólo temporal. Desaparecerá, más temprano que tarde.
Si tienes una esperanza viva en Cristo puedes lidiar con tu pasado debido a tu futuro. Todavía te espera lo mejor y más glorioso que Dios tiene para ti.
Los creyentes pueden salir adelante a pesar de su pasado porque su esperanza están en el futuro con el Señor.
Recuerda, tu confianza debe estar puesta en el Señor.