Un acompañamiento respetuoso y restaurativo
Dos discípulos caminan desilusionados. El Maestro que creían que los iba a liberar, ha muerto. Sus esperanzas se rompieron. Se alejan de Jerusalén, no solo físicamente, también espiritualmente. Se sienten perdidos.
Y entonces, Jesús se les acerca. Pero no se impone. No los sermonea.
Y entonces, Jesús se les acerca. Pero no se impone. No los sermonea.